En la noche de reyes, el viernes 5 de enero, tendremos vinos de Bodegas Vallemayor.
Con más de cien años de historia, la familia Pérez Foncea ha seguido fiel a su vocación vitivinícola con dedicación completa al cultivo de sus 60 Has. de viñedos. En el año 1984, Luis Pérez Foncea, invierte su saber y experiencia en el proyecto y construcción de su Bodega en Fuenmayor, en el corazón de La Rioja Alta, para elaborar en ella vinos con toda la expresión de la excelente tierra y de los frutos que se recogen en sus viñas.
Gracias al trabajo de viticultores como él, se ha conseguido que el Rioja y sus vinos figuren entre los grandes del mundo.
Hoy son sus hijos, quienes, con la misma vocación, con más medios y con mejores posibilidades, continúan el desarrollo de esta Explotación, convertida en una nueva Sociedad en el año 1996 con el nombre de Bodegas Vallemayor S.L.
Estos son los vinos que cataremos:
Blanco Joven
Blanco joven procedente de las excelentes viuras de los viñedos de la familia Pérez Foncea. Transparente, limpio, seco y con intenso aroma a fruta fresca. Redondo y persistente en boca.

Un vino limpio y brillante, granate con matices rubí y amplia capa. Deja en la copa una gran cantidad de glicerina.
En nariz tiene aromas de frutos rojos bien ensamblados con los tostados de la madera y unas ligeras notas balsámicas. La boca lo recibe como un vino joven, con las notas afrutadas acompañando a una acidez suficiente para augurar una larga vida. Los taninos resultan algo astringentes pero se redondean con la glicerina y el grado de este gran vino.
Tiene una vida óptima de consumo de 4/6 años, siempre que se mantenga a una temperatura constante de conservación entre 14-16 ºC.
Vino premiado con una doble medalla de oro y 98 puntos en el concurso internacional de San Francisco.

Procede de las 5 hectáreas del pago “La Cerradilla”, con cepas de más de 45 años y una producción limitada a 4.000 Kg. de uva por hectárea. Este viñedo está situado en una ladera de secano con orientación Noroeste dentro de la propiedad de la familia Pérez Foncea.
Rojo cereza, limpio, de buena corona y gran intensidad.
En nariz expresa una combinación armoniosa de los aromas frutales del Tempranillo con el roble francés nuevo. Recuerdos de vainilla, regaliz y pimienta. Muy persistente.
En boca el tanino es frutal, los tostados de roble van aflorando a medida que se degusta el vino. Suave y amable con retrogusto de cerezas y bayas rojas, no astringente y largo.
Puede ser consumido con ganancia durante los próximos 9 ó 10 años, si la temperatura de conservación está entre los 16-20º C.
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