En la sesión del viernes 10 de noviembre, tendremos embutidos Martínez Somalo, la actuación de Luis Carmelo, de narración y música, y vinos de Bodegas Riojanas.
Embutidos Martínez Somalo
Martínez Somalo fue creada en 1901 por Don José Martínez Campo. Don José pertenecía a una familia numerosa y varios de sus hermanos se dedicaron a la elaboración y venta de productos cárnicos. En aquel tiempo se elaboraban productos derivados de la materia prima del cerdo y Don José los comercializaba en su pueblo y en los pueblos cercanos. La fábrica tenía el nombre de “La Gloria Riojana”.
La Gloria Riojana era entonces una pequeña fábrica ubicada en Baños de Río Tobía (La Rioja), donde se encuentra actualmente la empresa.
Las características propias del pueblo de Baños de Río Tobía, a una altura de 600 metros de altitud, situado en el valle del río Najerilla y rodeado de montañas, propiciaba unos fríos inviernos, veranos calurosos y primaveras y otoños suaves, lo cual creaba un perfecto microclima que favorecía la elaboración y secado de productos derivados del cerdo.
Luis Carmelo: narración y música.
Nació en Lisboa en 1976, pero creció y vivió en Brasil hasta 1991. Licenciado en Estudios de Teatro y Máster en Estudios Portugueses con una disertación sobre las «Representaciones de la Muerte en el Cuento Tradicional Portugués» (Editorial Colibrí). Pertenece al Instituto para el Estudio de la Literatura Tradicional de la Universidad Nueva de Lisboa y a el Centro de Investigación de las Artes y la Comunicación de la Universidad del Algarve.
Desarrolla un proyecto de Doctorado en Narración Oral con una beca de estudios de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología.
Cuenta desde el año 2003 en bibliotecas, escuelas, asociaciones, teatros y festivales en Portugal y en el mundo en general.
Bodegas Riojanas
La familia Artacho tenía ya una honda tradición vitivinícola cuando en 1890 fundó Bodegas Riojanas junto con Rafael Carreras. Signos de esa tradición son la puerta de piedra que en 1799 permitía el acceso a los viñedos familiares y que ahora se conserva en la entrada de la bodega de Cenicero y muy especialmente los premios otorgados a sus vinos con anterioridad a dicha fundación, como la medalla de oro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
¡Te esperamos!
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